Richard Von Appen presidente de la sociedad de Fomento Fabril (Sofofa): “El sector empresarial ha comprendido que no podemos seguir haciendo lo mismo, tenemos que hacer un cambio”

Por más de dos horas estuvieron reunidos el jueves pasado, de manera virtual, más de cien consejeros y gerentes generales de las empresas socias de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) como parte de una jornada de reflexión.

“Fue una instancia muy enriquecedora, hubo un gran interés en entregar ideas y fórmulas para hacer mejor las cosas”, dice el titular del gremio, Richard Von Appen.

Cliente ciudadano, contratistas y proveedores, trabajadores, comunidad y territorio, y sostenibilidad, fueron los temas que concentraron la discusión, en torno a la cual el gremio elaborará un documento con propuestas y planteamientos.

- ¿Qué tal resultó la jornada de reflexión?

- Cuando comenzamos como mesa directiva, dijimos que era muy importante hacer una reflexión respecto a lo que ocurría en Chile. No podemos salir a proponer sin antes entender bien qué es lo que ha estado ocurriendo en el último año y medio. Eso es a lo que nos hemos dedicado, a hablar con muchas personas, y ahí levantamos un diagnóstico de que efectivamente tenemos desafíos en torno a esos temas que planteamos, y tenemos que hacer las cosas de manera distinta.

Por eso llamamos a esta jornada de reflexión. Participaron no solamente los consejeros, sino que también los gerentes generales y gerentes de área de las distintas empresas. Más de 110 personas, en 15 grupos. Entonces, lo primero, que es muy importante, es que hay interés en participar. Todos aportaron con ideas y sugerencias que las vamos a dar a conocer en las próximas dos semanas, pero creo que el sector empresarial ha comprendido que no podemos seguir haciendo lo mismo, y que tenemos hacer un cambio, escuchar, y buscar espacios de diálogo con los distintos grupos.

- De los temas que se abordaron ¿qué es lo más urgente?

- Todos son relevantes, pero sin duda donde tenemos que mejorar es en los espacios de confianza con los clientes. Tenemos que buscar espacios para poder entender cómo nos ven, en qué áreas podemos mejorar, el servicio pos venta, la transparencia de la información. Es importante que haya más competencia, en muchas industrias, para que haya más innovación, más emprendimiento, lo cual también está ocurriendo en varios sectores a raíz de la pandemia, especialmente con la economía digital.

- Los casos de colusión han afectado la imagen empresarial. ¿Ese tema también debe abordarse?

- Sin duda, esas son acciones absolutamente reprochables y que no corresponden a la vocación que tenemos en el sector empresarial. Y, en esto hay que ser claros: la gran mayoría de las empresas tratamos de hacer bien las cosas, y cuando efectivamente ocurren estas situaciones, la justicia tiene que sancionar no solamente a la empresa sino que también a las personas que han estado involucradas.

Minimos comunes

- Aún tiene que procesarse la discusión de la jornada. Una vez finalizado ese proceso, ¿cómo se aterriza este trabajo?

- Lo que nos gustaría, es que hubiera una identidad de parte de las empresas que son parte de la Sofofa y también de sus gremios socios. Cómo lo vamos a materializar, todavía está en definición, pero nos gustaría tener mínimos comunes respecto de la forma en cómo vamos a relacionarnos con los clientes, trabajadores, proveedores, con los territorios y especialmente con el tema de la sostenibilidad que cruza estos otros cuatro grupos.

- Hace unos días Rodolfo Veliz señaló que como gremio “lo primero que tenemos que hacer es posicionarnos como interlocutores válidos” y para ello hay que generar confianza. Considerando esto, ¿Sofofa no era un interlocutor válido antes?

- Lo que pasa es que esto es un reflejo también del país y es que, en general, todas las grandes instituciones perdimos la capacidad de dialogar y, especialmente, de escuchar. Es decir, cada uno estaba con su posición, su opinión y la trataba de imponer, y eso es lo que llevó a situaciones en la cual hubo mucha polarización y también hubo situaciones que eran inentendibles.

Tenemos que volver a reconectar con las personas, al final somos una sociedad, tenemos que escuchar a las personas, estamos al servicio de las personas. Y como he dicho, la actividad empresarial sin tener a la persona en el centro y sin mejorar la calidad de vida, no tiene razón de existir.

“El puntapié inicial”

- La mirada de los trabajadores en torno a las empresas es crítica. ¿Cuál es la invitación a los empresarios respecto a este tema?

- Los trabajadores son fundamentales. Ellos conocen profundamente lo que ocurre dentro de la empresa. Entonces, especialmente los altos ejecutivos, escuchar, conocer las sugerencias de cómo hacer mejor las cosas, detectar problemas, es fundamental. Y hay que buscar esos espacios, pero no pueden estar delegados al segundo o tercer nivel dentro de la empresa, esto tiene que estar liderado por los altos ejecutivos, especialmente el gerente general.

- El llamado a escuchar ha sido constante, pero ¿cómo lograr que las empresas lo implementen efectivamente?

- Finalmente, no hacerlo es una mala decisión empresarial. No escuchar es no poder desarrollar todo el potencial que tienen las empresas. Pero me quedo con el alto interés que hubo en la jornada de reflexión, que no nos esperábamos. Se notó compromiso y participación, mucho interés en hacer bien las cosas.

- Tras esta jornada de reflexión ¿está finalizando la fase de “escuchar” y está llegando el momento de actuar?

- No, lo que hemos hecho es dar el puntapié inicial. El escuchar nunca va a terminar, esto tiene que ser algo permanente, siempre tenemos que buscar esos espacios y esto se tiene que transformar en algo natural, en algo donde podamos escuchar a los distintos grupos, qué es lo que piensan sobre nuestra actividad, y esa información nos permite hacer una mejor empresa.

“Yo siento mucho apoyo”

- ¿Se abordó en la jornada de reflexión el rol público que debe tener el gremio?

- No, porque lo que nos corresponde es primero hacer un análisis de lo que nosotros estamos haciendo antes de proponer.

La Sofofa es una asociación gremial que tiene muchos miembros y una diversidad de opiniones, y les hemos dado cada día más espacio para poder plantear sus ideas.

Para mí ha sido muy interesante escuchar los distintos planteamientos, especialmente de los gremios regionales y sectoriales, tienen desafíos muy distintos de lo que solemos ver. Es decir, los desafíos de la primera región no son los mismos de la décima región. Tenemos que seguir escuchando.

- Hay sectores de Sofofa que plantean que el gremio debería ser activo en la participación de políticas públicas. ¿Tienen definido salir a participar en el debate de políticas públicas? ¿Cuándo?

- Sin duda, eso lo hemos dicho desde el principio. No nos vamos a atrincherar, vamos a participar del debate público y no solamente respecto a la Constitución, sino al desafío que tiene hoy el país, también en el corto plazo, con las elecciones presidenciales y parlamentarias.

Nosotros vamos a ser parte de esa discusión, pero hoy el foco es trabajar internamente, que es lo que nos corresponde, ver cómo podemos ser mejores empresas y volver a crear esos espacios de confianza.

- ¿Cómo toma esas críticas?

- Voy a estar siempre disponible y sujeto a la crítica. Eso es parte de estar en un rol público, yo siempre escucho atentamente, pero eso no quita que tenga mis convicciones y me las pueden rebatir. Pero sigo con el convencimiento de que lo que estamos haciendo es el camino correcto.

- Se dice que la salida de Óscar Hasbún marcó un antes y un después, y hay rumores de que quizá vendrían más renuncias a la Mesa Directiva…

- Las personas son libres, y respeto mucho la libertad de las personas, tanto de opinión como de actuar. A Óscar le tengo mucha estima. Efectivamente, había visiones distintas que son válidas, pero finalmente nosotros hemos presentado un programa, yo he estado comunicando cuál es el diagnóstico que tenemos, las cosas que hay que hacer y eso es lo que hemos estado cumpliendo. Sigo convencido de que esta es la aproximación correcta para hacerlo.

Del resto de las personas yo siento mucho apoyo, que está reflejado en la jornada de reflexión. Esto no es fácil, hoy en general, en la sociedad, hay un grado de desorientación muy importante de cómo afrontar esto en el mundo político, en el mundo académico y en el mundo empresarial. Nosotros no estamos eximidos de lo que está ocurriendo hoy día en Chile. Pero tengo la firme convicción de que la actividad empresarial, haciendo algunos cambios relevantes en la forma como hacemos las cosas, vamos a ser un actor importante para los desafíos que tiene Chile hacia futuro.

Mejorar la educación técnica y descentralizar:
los otros focos de preocupación

- Uno de los temas que ha cruzado la agenda de los candidatos presidenciales son los cuestionamientos a la concentración económica. ¿Cómo ve este tema?
- Hemos sido bien claros en que nosotros en todo lo que sea fortalecer la competencia, estamos de acuerdo. Ahora, en la forma, uno puede tener distintas visiones. Acá lo que tenemos que permitir es que haya más innovadores que empiecen a desafiar a los incumbentes. Ir forzando este tema de la desconcentración per se, no me parece.
- Hay sectores que plantean que es necesario distribuir la riqueza de mejor manera, para mejorar ingresos...
- Son dos cosas distintas. Si una empresa tiene un cierto tamaño y está entregando un buen servicio y, gracias a las economías de escala que tiene, está entregando un producto o servicio a un precio adecuado, no hay nada en contra de eso.
Respecto de mejorar los ingresos, sin duda estamos todos empeñados en eso. Nadie puede estar en contra de mejorar los ingresos. Pero eso tiene también relación con una mejora en la productividad.
- Mejorar la productividad es un tema pendiente en Chile...
- Para mejorar la productividad, tenemos que tener un horizonte de 20 a 30 años plazo, porque tenemos que mejorar la educación, también nuestra salud. Hay muchas personas que a raíz de estos problemas no pueden desplegar todos sus talentos.
Entonces, en productividad la educación es clave, pero también tenemos que incorporar a muchas personas que están ausentes del desarrollo.
Cuántos jóvenes hoy están excluidos y es un problema, porque no lo hemos afrontado como corresponde, incluido el sector empresarial. Tenemos que fortalecer la formación técnico-profesional, también en los territorios.
Chile se está perdiendo hoy de una cantidad de talento. Dos tercios de la población vive en regiones y no tiene las mismas oportunidades que las personas acá en la Región Metropolitana. Y eso es un error. Tenemos que dar las posibilidades y las oportunidades a la gente en regiones, mostrarles que pueden desarrollarse en sus propias regiones.